jueves, 8 de octubre de 2015

«Irontown Blues», de John Varley, en el horno

La carrera literaria de John Varley se puede dividir cronológicamente, grosso modo, en dos partes: siglo XX y siglo XXI. Empezó a destacar hacia 1975 y durante los diez años siguientes, más o menos, se convirtió (EMHO) en el rey del cuento de ciencia ficción de aquella época, con una serie de narraciones de calidad y originalidad apabullantes, entre las que destacan las novelas cortas «La persistencia de la visión» y «Pulse Enter █», además de relatos como «El fantasma de Texas» (mi favorito), «El asesino de Barbies», «En el salón de los reyes marcianos»...

Su obra breve recibió grandes y merecidos elogios (y premios importantes) e influyó sobremanera en el género, adelantándose una década a movimientos que deben mucho a su imaginación, como el cyberpunk, por no hablar del “boom” de la temática transhumanista durante los años 80, con Bruce Sterling a la cabeza.

Sin embargo, su carrera como novelista ha sido, desde el principio, tirando a mediocre. Con la excepción de la primera, Y mañana serán clones, que es un fix-up de algunos de sus mejores relatos de los años 70 (y, como es natural, retiene gran parte de su encanto, aunque la endeblez estructural propia de su origen no le hace un favor precisamente), ninguna de sus novelas se acerca a la altura de su obra breve.

La mayor parte de los cuentos que escribió en el siglo pasado están ambientados en un mismo “universo” de ficción, la mar de interesante, denominado «Los Ocho Mundos». A este universo pertenecen también el ya mencionado fix-up, como es lógico, y las novelas Playa de acero (1992) y El Globo de Oro (1998), que forman parte de una trilogía inacabada.

Playa de acero narra las aventuras de una persona dedicada al periodismo, El Globo de Oro cuenta las desventuras de un actor y se supone que la tercera, Irontown Blues, iba a ser la historia de un policía.

A pesar de algún éxito puntual, como Millenium (1983, basada en un interesante relato de 1977, «Incursión aérea»), que se vendió bastante bien, fue finalista del premio Hugo y llegó incluso a tener una versión cinematográfica (por desgracia, totalmente olvidable), está claro que las novelas no son el fuerte de John Varley. Anteriormente había escrito otra trilogía de ciencia ficción, la llamada “Trilogía de Gea”, formada por Titán (1979), La Hechicera (1980) y Daemon (1984, inédita en España), que no goza de muchas simpatías. Playa de acero tiene un nivel bastante digno, pero no llega al notable, y El Globo de Oro es una novela fallida, con algunos puntos de interés, pero intrascendente.

El escaso éxito de El Globo de Oro llevó a Varley a cambiar de rumbo, dejando la trilogía colgada durante más de una década.

Sin embargo, Varley ha insistido en trabajar con este formato y, durante este siglo, se ha dedicado a escribir otro par de medianías en plan best-seller y una serie de novelas de ciencia ficción de corte tirando a juvenil, inspirada en cierta medida en las novelas de este estilo que escribió Robert A. Heinlein para Scribner's (Planeta rojo —el primer libro que leyó Varley, por cierto, a los 12 o 13 años—, Consigue un traje espacial: Viajarás, Ciudadano de la galaxia, etc.). Iniciada con El Trueno Rojo (2003), que descolocó a muchos fans en su momento, esta serie ha recibido en general grandes dosis de desdén. La verdad, no sé qué esperaban los aficionados. Su intención de homenajear a Heinlein, uno de sus autores preferidos, estaba muy clara desde el principio.

Pero ahora me he enterado de que Varley está trabajando en la tercera novela de la trilogía de los Ocho Mundos, Irontown Blues, al menos desde el año pasado. Yo pensaba que ya no la iba a escribir nunca (incluso Varley llegó a dudar de ello en alguna entrevista, por si se moría antes; un cachondo, este hombre). Y me ha hecho ilusión. Tengo ganas de ver si Varley se ha adocenado totalmente o si, en cambio, retiene algo de la imaginación, la garra y la osadía que lo convirtieron en una referencia del género hace 40 años. Y, quién sabe, igual ya ha aprendido a escribir novelas como es debido y nos sorprende con algo realmente bueno. ¡Ojalá!

domingo, 16 de agosto de 2015

El cartel de Star Wars VII

—Mmmmmmm... No. No me convence, Drew. ¿Por qué no has puesto a Harrison? ¿Quieres que me monte un pollo?

—Bueno, pensé en centrarme en los nuevos protagonistas...

—Harrison todavía pega duro, ¿sabes? No quiero que me rompa la nariz. Mira, yo lo pondría ahí, debajo del spoiler.

—Pero Jeff, entonces no hay casi sitio para el rótulo. Taparía al personaje.

—¿Y si lo inclinas todo un poco, como suelo hacer en mis películas? Y pones la rotulación en ese hueco que queda ahí.

—Parecerá un pegote.

—Quedará bien. No te preocupes. Por lo demás, ¡buen trabajo, Drew! Sabía que hacía bien sacándote del retiro.

jueves, 6 de agosto de 2015

"Dark Moon Rising"... Dark PILE OF SHIT Rising!

Como no me apetecía decir más sobre esta «película», no he llegado a las 10 líneas que exige IMDB para los comentarios, así que he decidido ponerlo aquí. Para los que no saben inglés lo resumiré en que «Dark Moon Rising» es una auténtica mierda. No la veáis, en serio. No vale ni para reírse de ella con los amiguetes.

IMDB rating: 7,4. WTF? This flick doesn't deserve even 1. Now I feel like I can't trust the IMDb's ratings anymore!

Do you know what "Fremdschämen" means? In Spain we call this feeling "vergüenza ajena". That's what I felt while watching this pile of cinematic garbage, until the embarrassment for what somebody else did turned into shame for myself. I should have known better! I should have read some reviews first! Now my eyes won't stop hurting and I'll be haunted by the memories of the utter ugliness and stupidity of this movie the rest of the week! (Fortunately my memory is quite poor for bad things).

domingo, 28 de junio de 2015

Mad Max 2²

☆☆☆☆½

Mañana volveré a ver «Mad Max: Fury Road». Creo que no os he contado mis impresiones cuando fui a verla la primera vez. Aprovecharé la chapa que le he dado a mi amigo Fran hace un momento: Es apabullante. Maravillosa.

Hay una secuencia al principio que me hizo abrir tanto la boca que me empezó a doler la mandíbula. En serio, hacía años que no me quedaba boquiabierto en el cine sin que fuera un bostezo. Esta peli tiene tal cantidad de molonio concentrado en cada fotograma que debe de ser tóxica. Es como Mad Max 2 elevado al cuadrado. Se debería titular Mad Max 2². En fin, ¡he sido testigo! Y mañana, más.

lunes, 16 de febrero de 2015

Frikisubastas (6) / BIG CULO DAY 2015: «Druuna», de Paolo Eleuteri Serpieri, hacia 1995

Hoy aprovecho y mato dos pájaros de un tiro, ya que coincide la octava edición del Big Culo Day, evento auspiciado por el gran Jotacé, con el hecho de que la ilustración elegida, una de mis favoritas de Serpieri, fue subastada hace pocos años.

Esta ilustración en tinta china y lápices de colores de 37×31 cm se vendió en una subasta de la casa Sotheby’s que tuvo lugar en París el 4 de julio de 2012, por 6250 €. Un precio bastante económico, la verdad, para como está el mercado.