domingo, 16 de noviembre de 2014

Ser friki (I)

Sobremesa chez Mme. Mallart e hijo; anuncios en la tele. Sale Jesús Vázquez vendiendo las bondades de una cadena de clínicas dentales.

—Jo, mamá, no veas la burrada que ha soltado ayer este en Gran Hermano.

—Boh, yo no veo eso.

—No, yo tampoco; me lo han contado. Dijo a los concursantes que no les podía comentar nada de lo que pasaba fuera de la casa pero hizo una excepción: les contó que “una nave humana se había posado en un cometa a cinco millones de años luz”. ¡Cinco millones de años luz!

—¡Boh! Cualquier cosa.

—Anda que no hay diferencia entre 500 millones de kilómetros y... eh... unos 45 billones. No, qué digo..., unos 45 trillones de kilómetros.

—Pues fíjate.

—Casi nada.

—...

—Me voy a entretener un rato calculando, a ver cuántos kilómetros son exactamente cinco millones de años luz.

—Vaya manera de perder el tiempo.

—Bueno, así me entretengo. Son cálculos sencillos, es como hacer un sudoku. Ayuda a mantener el cerebro.

—Bueno, bueno...

El hijo de Mme. Mallart se pone a hacer multiplicaciones en el periódico del domingo. Consulta un par de dudas en su móvil y, media hora después, exclama:

—¡Mamá, ya lo tengo!

—¿Ein?

—47 trillones de kilómetros. Cinco millones de años luz. Me quedé corto por tres trillones. Bueno, tres coma tres y pico.

—¿Y para eso me despiertas?

—Perdón, no me di cuenta de que estabas dormida.

—Bueno. Anda, tráeme un café.


Galaxia NGC 55, situada a unos 5 millones de años luz, en el vecino grupo galáctico Escultor.

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