viernes, 29 de febrero de 2008

La chica del viernes: Stella Stevens


Esta inteligente y divertida actriz llamó poderosamente mi atención un sábado por la tarde de hace unos 20 años cuando la vi en El profesor chiflado, de Jerry Lewis (1963).


En esta película, friki donde las haya, un profesor de química, prototipo de nerd atontado, se enamora de una de sus alumnas, una despampanante Stella que recordaba muchísimo a Marilyn Monroe (algo absolutamente intencionado, por supuesto).


En aquella época yo era (y sigo siendo) un gran fan de Marilyn Monroe, y esta chica se le parecía tanto que me enganchó enseguida. Claro está, enseguida me di cuenta de que no era ella, pero no importaba.


Stella tenía mucho talento, estaba buenísima y, lo que siempre resulta interesante para mí, no le importaba despelotarse. Al principio de su carrera lo hizo para la revista Playboy, convirtiéndose en Playmate del año 1960:


Y volvió a hacerlo en 1968:


La carrera de Stella siempre tuvo un toque friki o kitsch. Uno de sus primeros papeles fue el de Appassionata Von Climax en la versión cinematográfica del musical Lil' Abner, a su vez basado en la famosísima tira cómica de Al Capp. Es una película muy divertida, con buena música y animadas coreografías, lo típico. Fue la segunda película de Stella. Luego actuó en películas como Girls, girls, girls!, con Elvis, la ya mencionada de Jerry Lewis, y por fin llegamos a The Silencers, con Dean Martin, una comedieta de espías repleta de “jugosas” escenas como esta:


¡Y, para colmo, está Ann Margret!


Así es imposible no cogerle odio a Dean Martin.

Más tarde la podemos ver en todo su esplendor en La balada de Cable Hogue (t.c.c. La balada del desierto), de Sam Peckimpah, con Jason Robards. Quizá su mejor película.

Desgraciadamente la carrera de Stella no fue a mayores. Trabajó mucho en televisión, sobre todo en comedias, y siguió haciendo películas, pero nada del otro jueves. Como ejemplo friki de su trabajo en televisión podemos mencionar su participación en Wonder Woman. Aquí la podéis ver en una secuencia de la serie, entre el publico asistente a un espectáculo en el cual ametrallan a doña Diana de Themyscira:


Unas fotos de propina:


viernes, 22 de febrero de 2008

La chica del viernes: Rebecca Romijn


La primera vez que vi a doña Rebecca Romijn fue en la portada de la revista GQ. Era una portada muy divertida con el pirado de Dennis Rodman, uno de los mejores defensores de la historia del baloncesto, que entonces jugaba en los Chicago Bulls. Ya entonces a la chica le iba bien lo de taparse con algo de pintura.


(Todavía tengo la revista en casa; si la encuentro, pondré la portada escaneada como es debido.)

Entonces Rebecca Romijn no había hecho aún ninguna película; se ganaba la vida, y muy bien, como modelo. Su gran momento como tal, el especial sobre moda de baño de la revista Sports Illustrated, no llegaría hasta dos años después, en 1999, pero ya era conocida, especialmente en EEUU, sobre todo por ser la novia de un actorzuelo de la tele que entonces tenía cierto éxito y del que no pienso escribir nada más. :-))

Así que yo no sabía nada de ella. Pero me quedé prendado inmediatamente de su pícara sonrisa. Luego me fijé en el resto de su persona, ejem, ejem. Conservo la revista desde entonces.

¿Qué es lo que más me gusta de ella? Sus piernas me encantan, pero lo que llega a hipnotizarme es su culo. Vista de espaldas es como más impacta.



A partir de hoy, cada viernes, colgaré una entrada “salidorra” como esta pero, como prometí, con algo de frikismo incorporado. Este caso me viene que ni pintado, porque la moza en cuestión ha participado en algunas películas del género fantástico, obteniendo su mayor éxito con la serie dedicada al grupo de superhéroes X-Men, en la que interpretaba a la malvada Mystique, o Mística, una mutante metamórfica de piel azul. Lo bueno de Mística es que para poder “cambiarse de ropa” sólo tenía que cambiar de forma e imitarla, para lo cual debía andar siempre, en realidad, desnuda.


¡Curioso! Cuando me di cuenta de esto yo era un crío que leía los comic-books de la Patrulla X (así se llamaban los X-Men en los tebeos editados por Forum, una división de Planeta-DeAgostini, en aquellos años) y todavía no tenía edad para sacarle mucha punta al asunto, pero como dije el otro día, fui un erotómano precoz. Mi teoría era que, como cambiar de forma y color radicalmente le suponía cierto esfuerzo, para andar por casa le bastaba ir en su verdadera forma azul, sin ningún adorno más que su cabellera roja, y que si tenía que mostrarse a amigos o enemigos tal cual era, podía transformar ligeramente parte de su cuerpo para guardar el decoro.

Afortunadamente, hoy en día eso del decoro está bastante pasado de moda, aunque no tanto como para que no la hayan vuelto a tapar con maquillaje, que para el caso viene a ser lo mismo. Lo importante es que el personaje anda por ahí à poil, en plan naturista.






Por cierto, le dedico estos viernes a mi compi de es.rec.ficcion.misc Osmo Lukult, alias Manu, que está más salido que el mango de un cazo y sé que los va a apreciar.

sábado, 16 de febrero de 2008

El culo de ayer


Me asomo a una viñeta y veo el culo de ayer
desnudo entre las sombras de
Camelot 3000...

Para la entrada de ayer puse a bajar una copia de seguridad de Camelot 3000 (tengo el tomo; es legal). No encontraba el disco con las imágenes que tenía ya escaneadas. Pero aún está descargándose.

Desde el principio quería enseñaros el culo de Ginebra. Ese culo fue, en su momento, importante para mí. El de Druuna mola más, pero al de Ginebra le tengo un cariño especial.

Hace un rato, corrigiendo unas fotografías que saqué el otro día, se me ha ocurrido sacarle una foto al comic. No tendrá la misma calidad que un escaneo, pero debo aprender a superar mi manía perfeccionista.

Es tarde, lo sé, pero no quería dejarlo así. Así que ahí va:


Ay, qué recuerdos...

viernes, 15 de febrero de 2008

Gran Día del Culo Comiquero: BIG CULO DAY 2008

He estado buscando un culo comiquero que marcó mi adolescencia, el de Ginebra —en el nº 7 de Camelot 3000, dibujado por Brian Bolland— cuando se despelota para ponerle los cuernos al rey Arturo. Lo tenía escaneado, pero no he dado con él y no quiero cargarme el tomo (aquellos números sueltos que yo tenía desaparecieron en una purga, snif, pero años después conseguí un retapado que no quiero estropear; la viñeta de marras está pegando al medianil y tendría que aplastar el lomo de mala manera para digitalizarla como es debido).

Así que he puesto otro que también me marcó y que para mí es uno de los mejores culos de la historia del cómic: el de Druuna en Morbus gravis, de Paolo Eleuteri Serpieri. Esta viñeta es la tercera de la primera página:

Tendría 16 o 17 años cuando vi eso; ya os podéis imaginar el efecto que tuvo en mí. Por si no os lo imagináis, mis emociones estéticas se pueden resumir en esta sesuda cita:
¡Doing!
Dana Carvey en Wayne's World.

El Gran Día del Culo Comiquero es una iniciativa del gran Jotacé. AVIV!