jueves, 26 de julio de 2007

Kraftwerk II

Hacia 1993, yo estaba a 800 kilómetros de mi casa, en Murcia, fingiendo estudiar Biblioteconomía y dedicándome a las artes de la gastronomía y la poesía. Otra de mis actividades era la lectura; leí muchísimo en aquella época, que fue la del resurgimiento de mi afición a la ciencia ficción y el descubrimiento del cyberpunk y de J. R. R. Tolkien. También leía muchas revistas, principalmente Fantastic Magazine (hasta su conversión en una mierda de guía de videoclub), Penthouse y MAN.

Una cosa que tenía la revista MAN eran las fotos de tías buenas a página completa, sin ningún tipo de rótulo, ni siquiera la paginación, algo que era muy de agradecer porque se podían separar y enmarcar sin problemas o pegar en la pared a modo de mini-posters. No es ninguna tontería si te gusta la fotografía erótica.

Las revistas ocupaban mucho espacio, así que separaba o recortaba todo lo que me interesaba (entrevistas y artículos incluidos; no vayáis a pensar que sólo la compraba por las tetas) y tiraba el resto.

Hace poco, haciendo limpieza en mi calurosa buhardilla, he encontrado uno de esos recortes, una nota sobre la salida al mercado de un nuevo grupo musical, con el rótulo Kraftwerk II. No soy fan de ningún grupo ni solista en el sentido de saberme todas las canciones de memoria y conocer toda la vida y milagros de cada componente, pero sí que tengo mis favoritos. Y uno de ellos es Kraftwerk, uno de los grupos con más influencia sobre el pop y la música de baile en los últimos treinta años.





En 1991, la productividad del grupo de techno alemán Kraftwerk había decrecido considerablemente. Tanto que uno de los miembros, el inquieto Karl Bartos, decidió dejar el grupo (o lo echaron los fundadores, no está la cosa muy clara) para irse a trabajar por su cuenta. En compañía de Lothar Manteuffel, ex-miembro de Rheingold, formó Elektric Music, una especie de clon de Kraftwerk cuyo primer disco se tituló Esperanto.

Sólo una canción rompe un poco con el estilo Kraftwerk, el tema Kissing the Machine, fruto de la colaboración del edulcorante techno-popero Andy McCluskey, de OMD; el resto es auténtico.

Si os gusta Kraftwerk y no sabíais nada de esto, echadle un vistazo al disco. Merece la pena. Y es on topic, claro.

Letras de las canciones de Esperanto
Página oficial de Karl Bartos

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